
Foto: ATP Tour
Mariano Navone, oriundo de 9 de julio y de 23 años, ganó dos partidos en un lapso de cinco horas y se metió en la final del ATP 250 de Bucarest (torneo que regresó al circuito tras ocho años) para definir, mañana desde las 9, el título ante el húngaro Marton Fucsovics.
En la jornada del sábado, completó la remontada -el viernes se suspendió por falta de luz artificial- ante su compatriota, Francisco Cerúndolo (21°) por 5-7, 6-4 y 7-5. Ese triunfo marcó su tercera semifinal consecutiva ATP. Unas horas más tarde, saltó a la cancha central para eliminar al francés Gregoire Barrere (128°) con parciales de 6-3 y 6-4 y se metió en su segunda final, en apenas su quinto torneo disputado del circuito mayor.
El argentino, gracias a esta actuación en el torneo del ex tenista y entrenador de Guillermo Vilas en 1975, Ion Tiriac, se instaló entre los 50 mejores del mundo y va camino a meterse en el lote de los 40 —- hoy en el ránking en vivo, es el 41° del planeta.
La evolución de Navone en los últimos dos meses es impresionante: arrancó el certamen de Río de Janeiro en la posición 113° de la clasificación. El subcampeonato con Sebastián Báez le permitió subir 50 escalones y se dio el lujo de un parate en busca de relajar los motores. Hizo su reaparición en Marrakech, allí venció a la leyenda y uno de sus ‘héroes’ Stan Wawrinka. Se perdió Monte-Carlo y esta semana, con otra definición bajo el brazo, sigue escalando en el escalafón, algo que le puede permitir ser preclasificado en Roland Garros.
En cuánto a la temporada, ganó 11 de 15 partidos, está 26° en la carrera a Turín y se metió entre los 30 mejores (tercera mejor raqueta argentina detrás de Báez y Cerúndolo) de la Race a los Juegos Olímpicos de París 2024.
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