Foto: AFP
En un giro inesperado del destino, un joven jugador de tan solo 17 años ha irrumpido en el mundo del tenis al derrotar al número uno del mundo de ese momento, Roger Federer. En la tercera ronda del Masters de Miami, Rafael Nadal, clasificado como número 34 del mundo y sin títulos importantes hasta el momento, logró una victoria impresionante sobre el suizo, quien ya había celebrado dos títulos de Grand Slam hasta la fecha (Wimbledon 2003 y Australian Open 2004).
El enfrentamiento fue sorprendente en muchos aspectos. Nadal, demostrando una madurez y habilidad más allá de sus años, construyó su juego alrededor de su saque, con un impresionante 81% de primeros servicios y un 79% de puntos ganados con ese golpe. Además, su derecha explosiva y su increíble capacidad para correr de un lado a otro de la cancha dejaron a Federer sin respuesta.
Tras la derrota, Federer admitió su asombro ante el desempeño de Nadal, reconociendo la calidad del juego de su joven oponente. Nadal, sin embargo, no parecía consciente del impacto que su victoria tendría en el mundo del tenis. Este encuentro marcó el inicio de una rivalidad legendaria entre los dos jugadores, una rivalidad que se extendería a lo largo de 40 partidos y cambiaría para siempre la historia del deporte.
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