El factor Sebastián Prieto en Del Potro

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Se dice que dos cabezas piensan mejor que una, y la unión que formaron Sebastián Prieto y Juan Martín Del Potro no es la excepción. El ex tenista y su pupilo han logrado cosas importantes en apenas unos meses de trabajo en conjunto. En concreto, el nacido en Buenos Aires se ubica como un elemento importante en el éxito del ahora número seis del mundo.

Una mejora notable en el revés y una consistencia destacada con el servicio han sido los principales aportes del entrenador de Juan Martín. De la mano de Prieto, Del Potro ya ha alcanzado cinco finales, ha ganado tres de ellas y además registra otras dos semifinales importantes.

El primer gran batacazo llegó en Nueva York, con la victoria del nacido en Tandil sobre Roger Federer en el US Open, luego de haber remontado un partido histórico ante Dominic Thiem. Después, Delpo se quedaría en semis, pero ya demostraba que su verdadero nivel no tardaría en volver. Luego del último Grand Slam de la temporada, llegaron otras semifinales en el Masters 1000 de Shanghai, donde se reencontró con Su Majestad, cayendo en tres sets.

La cereza en el pastel llegó en Estocolmo, con el primer título de Juan Martín en un año. El argentino continuó con la racha positiva y alcanzó la final del ATP 500 de Basilea, donde volvió a caer ante Roger Federer. Del Potro se quedó a unos cuantos puntos de asistir a la final de maestros de cierre de temporada.

El argentino inició fuerte el 2018, alcanzando la final en Auckland, donde cayó ante Roberto Bautista Agut. Después, a pesar de no tener un buen Australian Open, Delpo volvió a la gloria en el ATP 500 de Acapulco, logrando un nuevo título. La racha continuó hasta que Juan Martín alcanzara su primer Masters 1000 en Indian Wells.

Del Potro también ha contratado un psicólogo, haciendo más numeroso su cuerpo de trabajo en relación a la temporada pasada, donde no tuvo ningún entrenador fijo hasta que llegó Sebastian Prieto. Los resultados hablan por ellos mismos, y este binomio argentino pudiera estar viviendo los primeros meses de una relación muy exitosa, llena de logros importantes.