Djokovic se corona para volver al top 10

FOTO: ATP

Si meses atrás le hubieran dicho a Novak Djokovic que sería campeón de Wimbledon, dicha sentencia habría sonado poco más que aventurada. Sin embargo, el serbio fue tomando confianza y mejorando su nivel conforme avanzaba la temporada. La conclusión de que estaba de vuelta de una vez por todas llegó antes de la final del torneo, pero no hay mejor manera de demostrarlo que acariciando el trofeo.

Aunque ambos jugadores llegaron con una cantidad importante de horas de fatiga, el cansancio era visible solamente en Kevin Anderson. Los traslados y la movilidad del sudafricano eran las consecuencias del maratón que había sostenido ante otro gigante. Para su mala fortuna, las energías no fueron suficientes para afrontar el partido más importante de todos.

Djokovic hizo su trabajo. A pesar de tener menos horas de descanso, mostró una versión notablemente superior a la de su contrincante. Además, fue certero en las oportunidades de quiebre que se le presentaron. Las dos primeras le ayudaron a cerrar el primer set por 6-2; con el otro par, repitió la fórmula y el marcador en la segunda manga.

El verdadero Anderson llegó hasta el tercer capítulo del partido. El servicio del sudafricano apareció por fin y le ayudó a mantenerse sólido. Novak cedió puntos para set pero pudo continuar al margen de lo que demandaba la manga. El tie-break se hizo presente, era todo o nada para el hombre que buscaba su primer Grand Slam, pero terminó por ser lo segundo.

Novak Djokovic se aseguró su cuarto Wimbledon tras un 7-3 en el desempate. El premio a un jugador que nunca se cansó de buscar su camino de regreso a donde verdaderamente pertenece: el Olimpo del tenis. Lo mejor de todo fue la noticia que lo otorgó a dicho deporte: que a pesar de haber estado ausente, después de regresar no tiene intenciones de marcharse de nuevo.