Ken Rosewall, el tenista más joven y el más longevo en triunfar

Ken Rosewall, ex tenista australiano entre 1953 y 1980, tiene la doble particularidad de ser en toda la historia el campeón del Australian Open más joven, con 18 años y 2 meses, así como también el más viejo en conseguirlo a los 37 y 8 meses.

Rosewall, nacido en Sídney el 2 de noviembre de 1934, logró en Australia su primer título de Grand Slam en el año 1953 con apenas 18 años. En la final derrotó a su compatriota Mervyn Rose por un amplio, 6-0 6-3 6-4, y llamó la atención de los espectadores por su majestuoso revés, considerado uno de los mejores de la historia por su gran potencia y efectividad.

La familia de Ken fue muy importante en su crecimiento y posterior inserción en el tenis de alto nivel. Su padre le enseñó y lo acostumbró a jugar con la mano derecha cuando él era zurdo por naturaleza.

“Muscle” (Músculos en español), como lo apodaron sarcásticamente por su delgadez y su metro 75 de altura, desarrolló un físico ágil y saludable que le permitió llevar a cabo una extensa carrera que duró 27 años (entre el amateurismo y la era abierta), siendo, a lo largo de la historia, uno de los tenistas que jugó más tiempo.

En 1972, a la edad de 37 años y 8 meses, conquistó su sexto (cuarto en singles) título en el Australian Open, siendo el más viejo en lograrlo. En aquel torneo solo cedió un set en las semifinales ante Allan Stone y en el partido decisivo venció a su coterráneo Mal Anderson por 7-6 6-3 7-5. Su eficaz juego en la red fue fundamental en la obtención de dicho torneo.

Rosewall, padre de cinco hijos, logró ganar a lo largo de su carrera 130 títulos, 17 de Grand Slam (ocho en singles y nueve en dobles) y cuatro Copa Davis. En tres ocasiones fue considerado el mejor tenista del año (1961-1963). Diecinueve años pasaron entre su primer grande y el último (record); es el jugador más viejo en jugar una final del US Open (40 años y 310 días), obtuvo su último trofeo a los 43 años e ingresó en el salón internacional de la fama del tenis en 1980.

Por: Federico Hara  (@fedehara)