Nadal avanza a la final tras vencer a Dimitrov

En una batalla que quedará grabada en la retina de los amantes del tenis durante años, Rafael Nadal inclinó a Grigor Dimitrov por 6-3, 5-7, 7-6(5), 6-7(4) y 6-4 para volver a una final de Grand Slam tras su título en Roland Garros en 2014. Tras 4 horas y 56 minutos de batalla tenística, en un partido con múltiples alternativas y oportunidades, fue Rafael Nadal quien se tumbó en el suelo de la Rod Laver Arena en señal de victoria.

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La primera manga se discutía mientras el sol todavía lucía en Melbourne. Tras salvar dos bolas de break en el primer juego del encuentro, Nadal comprendió la necesidad de atacar la bola y mantener a Dimitrov alejado de la línea de fondo. Sabedor del peligro que entraña tener al búlgaro repartiendo juego con su derecha, Nadal optó por cargar todo el peso liftado de su drive sobre el revés del búlgaro. De esta forma, el mallorquín quebró el saque rival en el cuarto juego con un passing shot de derecha para encaminar la primera manga, que a la postre ganaría manteniendo su servicio. La derrota en el primer set alertó a Dimitrov, que comprendió la urgencia de tomar mayores riesgos en su juego. Su táctica más agresiva le permitió romper en blanco a Nadal, que perdió su saque por primera vez en el partido. La tenacidad de Rafa le llevó a recuperar el break en contra, pero entonces el partido ya había entrado en una lucha sin cuartel. Tras conseguir otra rotura de servicio y sacar para ganar el set con 5-3, Nadal igualó el marcador 5-5 a base de casta y golpes profundos desde el resto. Dimitrov disfrutó entonces de cuatro bolas de set al resto, salvadas por Nadal, que veía la oportunidad de morder y asestar un golpe definitivo al partido.

El número 15 del mundo, al que le costó jugar con el marcador a favor y lidiar con la presión, no acusó las oportunidades pérdidas y se abalanzó a base de golpes ganadores a por el set, que no se le podía escapar si quería mantener intactas sus opciones de estar en la final del domingo. El búlgaro quebró el saque de Nadal entre los gritos de los múltiples aficionados búlgaros que no cesaron de animar en todo el partido. Set iguales y todo por decidir. El tercer parcial se antojaba decisivo. Una vez más los saques de ambos decayeron al principio del set, pero supieron reponerse para llegar al desempate, justo desenlace para un monumental set de tenis. Allí Nadal demostró su determinación en los puntos importantes, abriendo ángulos con su revés y empujando con su derecha para conquistar el tercer episodio y poner un pie en la final.

Foto: Tennis Australia

Si algo caracteriza al Dimitrov de este año es su consistencia mental. Lejos de desconectarse tras el set perdido, se puso el mono de trabajo y devolvió pelotas imposibles, obligando a Nadal a conectar siempre un golpe de más. Haciendo gala de su revés y perforando con su derecha, Dimitrov no desistía en su intento de empatar el partido. Después de disputar el set más igualado de la semifinal, sin roturas de saque, el partido se encaminó de nuevo hacia el tie-break. Esta ve sí, Dimitrov se lanzó a por el desempate y supo gestionar su ventaja de 5-2, para cerrar el set con un saquetazo tremendo.

Foto: Tennis Australia

Con la Rod Laver Arena en ebullición, el quinto set comenzó con tres oportunidades de break para el campeón de 14 grandes, mucho más experimentado en batallas épicas en Grand Slam. Dimitrov, frecuentemente comparado con Federer, demostró que a su gran repertorio de golpes se ha sumado una fortaleza mental encomiable. Tras salvar su saque, dispuso entonces de oportunidad para romper, pero no lo hizo. Nadal, que se convirtió en un muro infranqueable, devolviendo todos los ataques provenientes del otro lado de la pista, supo sufrir y aguantar como solo él sabe dentro de una pista de tenis. Con 4-3 para Dimitrov y 15-40, Nadal aprovechó una situación límite, en un partido en el que siempre fue por delante en el marcador, para escribir otro capítulo glorioso en su leyenda. A base de primeros saques y apretando con su drive, el español ganó su saque con la valentía que le caracteriza, para acto seguido acabar con la resistencia de Dimitrov, que esta vez no aguantó el mazazo recibido y cedió su saque.

Por fin, a la tercera bola de partido y con Dimitrov vendiendo muy cara su derrota y postulándose como candidato a todo este año, Nadal cerró el duelo meciendo su cuerpo sobre el cemento de la pista central. El español se medirá a Roger Federer para disputar la segunda final en Australia y la novena de Grand Slam entre ambos.