Nadal obtiene su décimo primer Conde de Godó

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Luego de una semana en la que no había estado del todo fino, Rafael Nadal volvió a controlar todos los aspectos del partido. Lo hizo ante quien lucía como el rival más inspirado e impredecible, pues había logrado resultados inesperados en la mejor semana de su carrera.

Stefanos Tsitsipas conoció por primera vez la impotencia de enfrentar al de Manacor, sobre todo en polvo de ladrillo. El griego no pudo concretar su cuento de hadas en Barcelona porque se encontró con un rival al que nunca supo cómo hacerle daño.

El partido duró dos juegos. Después del 1-1 inicial, el encuentro volvió a convertirse en una cátedra del español. Del uno iguales viajó hasta liderar 5-1; Tsitsipas puso un juego más de su lado y Rafael terminó cerrando el primer set con un contundente 6-2, que reflejaba lo que ocurría en la pista.

Aún así, Nadal fue más superior en el segundo parcial. En un abrir y cerrar de ojos, el número uno del mundo ya lideraba 4-0. Stefanos puso el juego de la honra, solo para que después Rafa sostuviera su servicio y volviera a quebrar para cerrar el partido. Un 6-1 y otro set más a la racha positiva del español sobre arcilla.

Tal y como lo hizo en Montecarlo, el balear obtuvo su corona número 11, esta vez en el ATP 500 de Barcelona. Nada sigue alargando esa supremacía sobre el polvo de ladrillo, aquella que parece irrepetible, algo que solo estará al alcance del propio Rafael.