Nadal, Dimitrov y Cilic continúan en la búsqueda por el título

Foto: Getty Images

Tercer día de competición en el Abierto de Australia. A casi mitad de semana, los tenistas continúan en busca de avanzar en el primer Grand Slam de la temporada. Este miércoles, el número uno del mundo volvió a acaparar la atención de todos los espectadores.

Rafael Nadal saltó a la Arena Rod Laver para enfrentarse a Leonardo Mayer, un viejo conocido que lo hizo sufrir más de la cuenta en el pasado US Open. El primer set fue más disputado de lo que el resultado aparentó. El argentino, agresivo y dispuesto a atacar a la red, complicó al balear. No obstante, el correntino por momentos se mostró apurado, lo que lo llevó a cometer algunos errores no forzados que le jugaron muy en contra. Por su parte, el español, como nos tiene acostumbrado, no le deja pasar una a su rival y aprovechó esos errores para sacar el máximo rédito. Sólido con su defensa y bien parado en la línea de fondo, un quiebre le fue suficiente para cerrar el primer set por 6-3 en 45 minutos.

La segunda manga inició con un Nadal arrollador. Rápidamente, el número uno del mundo se hizo con el servicio del argentino a base de notables devoluciones. El juego ya no era el mismo, el español tomó las riendas del partido y, por momentos, no encontraba resistencia en su rival. Poco a poco el juego fue decayendo y a su vez emparejando, aunque nuevamente el quiebre en el inicio le permitió a la Fiera quedarse con el segundo set por 6-4.

A pesar de la diferencia de dos sets y de tener como adversario a Nadal, Mayer nunca bajó la guardia y continuó combatiendo. Ambos mantuvieron su servicio y cuando estuvieron complicados, supieron resolverlo. Pero el momento fatídico para el argentino pareció llegar en el 4-4. Dos doble faltas seguidas le facilitaron las cosas al español para quebrar el servicio. Parecía que el partido se acabaría al instante, sin embargo el correntino mostró su amor por el tenis, su garra y recuperó la ruptura. Finalmente el partido se decidió en el tie-break, que terminó siendo a favor de Nadal, quien lució toda su jerarquía y demostró porque es el número uno. El balear tuvo que luchar y transpirar para vencer al duro escollo que suele representar Mayer por 6-3, 6-4 y 7-6 (4), pero sigue adelante en su camino al título y en la tercera ronda chocará ante Damir Dzumhur.

En el último turno de caballeros en la Rod Laver Arena, Grigor Dimitrov saltó a la pista para cerrar una nueva jornada. El  búlgaro tuvo que ir de menos a más y luchar desde el principio ante Mackenzie McDonald, que estuvo durante todo el partido a un nivel casi intratable. Sorprendido por el nivel del estadounidense, el número tres del mundo se repuso de la perdida del primer set por 4-6 y logró las dos mangas siguientes por 6-2 y 6-4. Todo daba a indicar que el partido ya estaba cerrado y que Dimitrov, con su experiencia, iba a cerrar el partido. Pero no, el joven norteamericano no se dio por vencido y estableció un 6-0 para estirar el encuentro a un quinto set. Allí las cosas estuvieron demasiado parejas. Con la tensión por las nubes y 6-6 iguales -no hay tie break en el último set- Dimitrov hizo valer la experiencia en los momentos culmines y le tiro toda la presión encima a McDonald, que, influido por los nervios, facilitó los últimos puntos a Grigor, que posteriormente cerraría el extenso partido con su servicio por 2-6, 6-2, 6-4, 0-6 y 8-6. En tercera ronda irá ante Andrey Rublev.

Otro de los jugadores con más oportunidades a llevarse el título, pero quizás no de los más favoritos, es Marin Cilic. El croata no dejó dudas de su buen nivel y fue un huracán sobre el portugués Joäo Sousa. 6-1, 7-5 y 6-2 fue el resultado final para el número número seis del mundo, que estará enfrentado en la siguiente instancia al estadounidense Ryan Harrison, quien venció cómodamente en tres parciales a Pablo Cuevas.

A pesar de la derrota de Mayer, Diego Schwartzman logró un importante triunfo y le brindó una sonrisa a los argentinos. El Peque estuvo muy sólido durante todo el partido y se lo vio muy firme y potente desde la línea de fondo. Por suerte para él, en esta ocasión tuvo un partido menos riguroso desde lo físico -en primera ronda jugó durante cuatro horas- al vencer al noruego Casper Ruud por 6-4, 6-2 y 6-3. Su siguiente rival será Aleksandr Dolgopolov.

Pablo Carreño Busta  también dijo presente en la segunda ronda del Australian Open. Lo que pintaba para un partido largo y muy peleado, terminó siendo todo lo contrario. El español se ubicaba 6-2 y 3-0 cuando el francés, Gilles Simon, debió abandonar el partido debido a una lesión. Carreño Busta irá en busca de los octavos de final ante el complicado Gilles Muller.