La pista de la serie Polonia vs Argentina no se toca

La revisión realizada por la ITF no presentó ninguna irregularidad. De esta manera, la denuncia de la delegación argentina de Copa Davis por la extrema velocidad de la cancha quedó nula.

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Que sí, que no. Que está al límite de lo antirreglamentario, que no presenta ninguna anomalía. Las dudas por la pista que genera el Ergo Arena, sede del duelo entre Polonia y Argentina por los octavos de final de la Copa Davis, parecen haber llegado a su fin. Luego de un día completo de revisión, el sueco Stefan Fransson, árbitro general de la serie, sostuvo que no existe ningún impedimento para que el viernes comience a volar la pelota de un lado a otro.

Desde que se entrenaron el lunes por primera vez en el estadio, el equipo argentino aseguró que la cancha estaba más veloz de lo que esperaban: “La pelota vuela. Es muy rápida” afirmó Leonardo Mayer. Sin embargo, el capitán Daniel Orsanic se encargó desde un primer momento en ponerle paños fríos a la situación: “Esperábamos una cancha rápida y lo confirmamos. La pelota patina bastante, pero tuvimos dos sesiones de entrenamientos muy buenas. Los jugadores estuvieron muy bien predispuestos. Es lo que esperábamos».

La denuncia fue realizada ese mismo lunes. La Federación Internacional de Tenis estudió el caso y envió una representante desde Londres con distintos elementos tecnológicos para realizar el control, supervisada por Fransson. Tras un día entero de trabajo este miércoles, parecen haber llegado a la conclusión definitiva de que la cancha no se toca.

No será la primera vez que Argentina sienta el peso de ser visitante. Ya es habitual que cada vez que juegue fuera del país se encuentre con una superficie más rápida de lo normal, utilizada con la búsqueda de neutralizar el juego de los representantes argentinos, la mayoría más acostumbrados al polvo de ladrillo. Lo que sí es nuevo en esta serie es que Leonardo Mayer, Guido Pella y Renzo Olivo ponen al cemento como su superficie favorita. Argumento suficiente para no lamentarse por la rapidez de la cancha, más allá de que la pelota “vuele”.

Por Ignacio Sánchez (@NachoSanchez100)