Federer: «Estoy muy feliz, esto es especial para mí»

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Hay personas que están destinadas a marcar momentos históricos del deporte. Esta mañana, Roger Federer demostró, una vez más, que el tenis avanza y crece sobre sus pasos. El suizo consiguió su Grand Slam número 20, luego de vencer al croata Marin Cilic, N° 6 del ranking, por 6-2, 6-7 (5), 6-3, 3-6 y 6-1, y se convirtió en el primer hombre en conquistar dicha cantidad de certámenes majors. En la ceremonia de premiación, el jugador de 36 años expresó su felicidad: “Ganar este torneo es un sueño hecho realidad”.

Con lagrimas en los ojos y la alegría a flor de piel, Federer alzó el trofeo, que fue entregado por el ex tenista local Ashley Cooper, ganador del Abierto de Australia 1958, y siguió manifestando su emoción: “Estoy muy feliz con este nuevo título. Gracias por el apoyo, esto es especial para mí”.

A pesar de que las palabras no podían salir de la boca del nacido en Basilea, debido al cúmulo de sensaciones, pudo hacerse un momento para referirse a Cilic y a su equipo: “Marin, hiciste un gran torneo, has logrado muchas cosas importantes. Sigue trabajando de la misma manera y vas a lograr mucho más. Tienes un equipo muy bueno y que te ayuda, lo mejor para ti y para ellos”.

En el discurso, llegó la hora de los agradecimientos. Los primeros aludidos fueron los espectadores: “Chichos, ustedes hacen de este un gran torneo. Son los que llenan los estadios, los que me ponen nervioso y me obligan a practicar para mejorar, los quiero. Gracias por todo”.

Federer prosiguió reconociendo a los organizadores del evento, a causa de la hospitalidad que estos le otorgan a los jugadores y sus acompañantes: “Hemos tenido un buen tiempo este año en Australia. El Australian Open cuenta con los mejores voluntarios del mundo. Nos han hecho sentir muy bien a mi, a mi familia y a mi equipo, muchas gracias”.

Como sucedió en el 2009, el llanto obligó al suizo concluir su plática, pero en esta ocasión se trataron de lagrimas de felicidad. Sin embargo, ante de finalizar, no se olvidó de destacar la presencia de dos figuras del pasado: Rod Laver, campeón de 12 Grand Slam, y Cooper, quien le entregó el galardón: “Cooper gracias por entregar el trofeo y Laver gracias por estar acá”, concluyó.

Luego de retirarse de la cancha, con la copa en la mano, Federer se sentó en el stand del medio británico EuroSports, donde fue entrevistado. De manera inmediata, reconoció, con risas, que su discurso en la pista no fue el mejor: “El discurso fue simplemente terrible”. Posteriormente, la periodista Barbara Schett le recordó que no dijo nada sobre si regresará el año que viene, a lo que el campeón respondió: “No sé lo que dije, sólo quería terminar de hablar, pero espero volver el próximo año”.

El diálogo tuvo un instante sumamente emotivo, cuando el europeo nombró a su mujer, Mirka Vavrinec, ex tenista suiza, como el sostén principal de su vida y de que él aún siga en actividad: «No podría jugar al tenis sin mis hijos alrededor. La persona que lo hace posible es mi esposa. Ella es la mejor y soy feliz de tenerla a mi lado».

El número dos del mundo conquistó su título 96, el sexto en el Abierto de Australia, récord junto a Novak Djokovic y Roy Emerson, y se unió a la nómina de jugadores que obtuvieron cuatro certámenes grandes después de cumplir 30 años: Laver y Ken Rosewall, fueron los pioneros en esta distinción. Federer continua haciendo del tenis su propia historia.