Foto: Wimbledon
0, 15, 30, 40. Esos números, que juntos parecen intrascendentes, son fundamentales en el tenis. Ellos son la base fundamental del sistema de puntuación que se utiliza para los partidos. Si bien es algo normal y está adaptado en el mundo de la raqueta, no deja de hacerse inevitable la pregunta: ¿Dónde surgió este extraño y particular sistema de anotación?
Existen varias teorías acerca de su origen. Algunas parecen mucho más convincentes que otras, pero ninguna de ellas deja de ser posible.
En los siglos XII y XIII, en toda Europa central, era muy popular un juego de pelota practicado con la mano, frente a un rival, y con un obstáculo en medio del que partían dos campos determinados por líneas. De este juego evolucionó el tenis actual y para contar los puntos que cada uno de los participantes iba ganando se utilizaban estos supuestos métodos.
Sistema Sexagesimal:
Hasta mediados del siglo XVII, el sistema de referencia habitual en la sociedad para cualquier cálculo de la vida cotidiana era el sexagesimal. Es decir, contaban de seis en seis como nosotros contamos de diez en diez. Por lo que para alcanzar el diez, nuestro diez, el jugador debía ganar un total de seis puntos, divididos en cuatro partes. Nacieron así los sets y los juegos de los que se compone cada uno de ellos.
La perfección del círculo
Desde hace milenios, el círculo ha sido utilizado en infinidad de civilizaciones como representación de lo perfecto. Por lo tanto, en el tenis conseguiría la victoria aquel jugador que lograra completar un círculo. La circunferencia se divide en 360º, imaginemos que eso es un set, por lo que si se divide en seis partes iguales (por los seis juegos necesarios para ganar un set), quedarían 60º para cada set. Si se dividen esos 60º entre cuatro partes iguales (los cuatro puntos necesarios para ganar un juego), aparece la puntuación actual, salvo por un pequeño detalle: 15-30-45-juego.
Según la teoría que defiende este origen del sistema de puntuación, no se pretende que la victoria sea alcanzada por el mejor de los adversarios, sino por el que antes alcance la perfección.
Teoría de las apuestas
En la Francia del siglo XIV, el sistema de puntuación estaba relacionado con las apuestas. Por cada punto se apostaba una moneda llamada “sou”, que tenía un valor de 15 “deniers”. Se contaban los cuatro puntos de acuerdo a la cantidad apostada: 15, 30, 45, 60.
Teoría de la jornada
También en Francia, al partido se lo llamaba jornada, journée en francés, porque representaba un día. El game era una hora del día, como el cuadrante de un reloj está divido en cuatro (15, 30, 45, 60), entonces una hora era un game.
Como por ese entonces no había reglas para el juego, el primero de los jugadores que llegara a las 24 horas, es decir, una jornada, se quedaba con el partido.
Algunas curiosidades
En lo que coincidían todas las hipótesis, es que se llegaba hasta el punto 60, y ahí se pasaba al siguiente game. Por ejemplo, un game podía terminar 60-15, pero con el correr del tiempo, cuando el tenis llegó a Inglaterra, ese puntaje se eliminó, al igual que el 45 (forty five), ya que por el idioma era más fácil mencionar el 40 (forty).
Otra curiosidad es que, cuando uno de los jugadores está en cero, por ejemplo 40-0, el árbitro dice “forty love”. Esta palabra tiene dos orígenes: una inglesa, que sostenía que como el que estaba en cero no tenía nada para dar, sólo tenía amor (love). La otra acepción es francesa, y al cero se lo llamaba huevo (l’ouef en francés), entonces cuando los ingleses lo adoptaron a su fonética, quedó “love”.
Otra palabra utilizada habitualmente es deuce. En Francia, cuando un jugador llegaba a 40, se cantaba “a un” (a un punto del juego), pero cuando el rival le empataba, se cantaba “a deux” (a dos puntos del juego). Inglaterra lo adaptó a deuce, como se lo conoce ahora.