Cuando el polvo de ladrillo de Madrid fue azul

En la edición del 2012, el Master 1000 de Madrid hizo algo inédito en el mundo del tenis hasta el momento: instalar una pista de tierra batida azul, alejada del color anaranjado habitual que se ve en todos los demás torneos de polvo de ladrillo del circuito. La iniciativa, que contó con más detractores que simpatizantes, duró tan solo esa edición, retomando el polvo naranja para las ediciones posteriores.

El director del Mutua Madrid Open, Ion Tiriac, se planteó convertir la pista en azul con el objetivo de mejorar la visibilidad de la pelota, tanto en el estadio como para aquellos que lo veían por televisión. Tras unos cuantas conversaciones con la ATP para llevar a cabo esta novedad, finalmente las instalaciones de la Caja Mágica se tiñeron de azul. Sin embargo, la tierra de la pista pareció no ser del agrado de muchos jugadores. Algunos resbalones durante los partidos ponían en duda la calidad de la pista azul. Los hechos que acabaron por sepultar a la pista azul fueron las derrotas tempraneras de Nadal y Djokovic, con sus consiguientes quejas.

Nadal cedió ante Verdasco en octavos de final, en un partido muy competido y tras el que Rafa declaró no sentirse cómodo con los apoyos y tener miedo a lesionarse. La amenaza del español de no regresar al torneo si no se cambiaba la pista resultó definitiva para cambiar de nuevo el polvo de ladrillo. Esa edición del torneo acabaría teniendo a Roger Federer como ganador, que se acostumbró a las condiciones ligeramente más rápidas de la pista para deshacerse de Tomas Berdych en una gran final a tres sets.

Años después, Tiriac continua con su idea de volver a teñir las pistas de Madrid de azul, asegurando que los espectadores visualizaban mucho mejor la bola y que los problemas no estuvieron en el color de la tierra, sino en la implantación y regadío de las pistas, que no fue la adecuada en esa edición y provocó problemas en los apoyos. ¿Volveremos a ver una pista de tierra azul?