Cecchinato sigue adelante con su fantasía

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Las esperanzas del caballo negro más grande que ha pisado Roland Garros en mucho tiempo siguen con vida. Marco Cecchinato sigue más vivo que nunca, luego de firmar el triunfo más relevante de su carrera, ante un ex número uno del mundo, que también sirvió para que Italia volviera a tener a uno de los suyos en las semifinales de un Grand Slam después de 40 años de ausencia.

El número 72 del ranking ATP ya había logrado algunas hazañas. En primera ronda tuvo que superar a Marius Copil después de haber perdido los dos primeros sets; después dejó en el camino a Pablo Carreño Busta y David Goffin, para graduarse como la sorpresa del torneo. En los cuartos de final, una victoria ante Novak Djokovic terminó por colocarlo ante los ojos del mundo del tenis que se habían negado a observarlo.

Cecchinato se llevó el primer set con un 6-3 sólido; Djokovic se veía limitado físicamente y lo sufrió en la pizarra. El serbio regresó mejorado al segundo parcial, pero aún así no fue suficiente para hacerle frente a Marco, quien seguía en estado de gracia; una derrota en el primer tie-break del partido puso Nole al borde de la eliminación. Novak aprovechó que el italiano se relajó en demasía para la tercera manga, y se hizo presente en el marcador con un 6-1 que lo ponía de vuelta en el juego.

Pero llegó el cuarto parcial, toda una historia a parte y de lo mejor que se ha visto en esta temporada. Djokovic inició quebrando y mantuvo la ventaja hasta que se colocó 5-3, sacando para el set. Novak desperdició un 30-0 y perdió cuatro puntos seguidos para ceder su saque; eventualmente, el tie-break volvería a aparecer. El desempate fue un drama total, donde Cecchinato perdió dos puntos para partido y el serbio hizo lo propio con tres bolas de set. Ambos se enfrascaron en una competencia que tuvo al público al borde de la butaca, pero en la que terminaron de ponerse de pie para aplaudir al italiano, quien con un 13-11 final, firmaba la sorpresa del certamen.

Cecchinato enfrentará a Dominic Thiem en las semifinales. El austriaco se midió ante Alexander Zverev en un partido que quedó a deber debido a la desafortunada lesión que sufrió el alemán en apenas el tercer juego del segundo set. El orgullo de Sascha le impidió retirarse y continuó compitiendo con valentía, hasta donde su físico se lo permitía. Por otro lado, Thiem mantuvo la concentración en todo momento para salir airoso 6-4, 6-2 y 6-1 y volver a las semifinales de Roland Garros por tercer año consecutivo.