Foto: Australian Open
El Abierto de Australia, cronológicamente el primero del año, se somete a cambios que han dado efecto en los otros grandes torneos, empezando por implementar un domingo más a su parrilla de programación. Inicialmente lo había hecho Roland Garros, seguidamente Wimbledon (dos domingos) y ahora los australianos. Esto debido a ordenar de mejor manera, que sea una programación más justa debido a las altas temperaturas y también haciendo caso al pedido de los jugadores que abogaban por un mejor descanso y de paso más prolongado entre los días de competencia. Recordar que muchos partidos en Australia terminaban a las 03.00 o 04.00 de la madrugada, algo que en otros torneos ya sea por encontrarse en un lugar residencial, por mejor organización o por medidas internas no sucedía.
El segundo cambio que se produce es la suspensión momentánea o definitiva por causa del calor extremo. El juez de línea estará al tanto del monitoreo de la temperatura del aire, humedad y velocidad del viento. Esto se manejara de manera especial en las canchas al aire libre con respecto a las principales que poseen techo. En caso de suspensión, el mismo juez le dará aviso al jugador de la factible reanudación con 30 minutos de anticipación.
Por último, no menos importante son los cambios en infraestructura física y premios económicos. En infraestructura se ha implementado un nuevo gimnasio, sala de entrenadores, baños de hielo de última generación. Mientras que en el tema económico ha recurrido a un aumento del 13% con respecto al año anterior, esto tiene repercusión directamente en las fases de clasificación y primera ronda.
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