Los argentinos y su reciente historial en Grand Slam

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Revisar el cuadro del Australian Open que se está disputando y no ver ningún argentino presente en tercera ronda genera otra señal de alarma. Sólo Leonardo Mayer ganó un partido en esta edición del primer Grand Slam (a Millman) mientras que Juan Mónaco, Carlos Berlocq, Diego Schwartzman, Federico Delbonis y Máximo González cayeron a la primera de cambio. La pregunta es: ¿moneda corriente en esta década o sólo un mal pasajero?

Analizando los resultados de 2014 y situándonos nuevamente en Australia, los nacionales que más lejos llegaron fueron Mayer (segunda ronda, p. Djokovic) y Juan Martín Del Potro (segunda, p. Bautista Agut), de un total de 6 que compitieron. En Roland Garros, Mayer nuevamente fue el mejor, accediendo a tercera ronda (p. Nadal) mientras que Mónaco, Berlocq, Schwartzman y Facundo Bagnis lograron segunda entre 7 participantes. Ya en Wimbledon, y con solo tres argentinos, otra vez Mayer nos sorprende con su meritorio octavos de final (p. Dimitrov). En el US Open, el correntino y su tercera ronda (p. Nishikori) entre 5 nacionales.

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Para ver una buena actuación argentina en los torneos grandes debemos irnos hacia 2013, que como oasis en medio del desierto Del Potro logró semifinales en Wimbledon cayendo ante Djokovic en cinco sets. En 2012, el tandilense cosechó cuartos en Australia, Roland Garros (ambas con Federer) y en el US Open (p. Djokovic), y octavos en Wimbledon (p. Ferrer). Mónaco acompañó con sus cuartos en Francia (p. Nadal). En 2011 Juan Ignacio Chela y sus cuartos de final a bordo del Torino en Roland Garros (p. Murray). En 2010, octavos de Del Potro en Australia (p. Cilic) como lo mejor.

A contra cara de la primera década de este milenio, los logros escasean. Muchos nombres pasaron, además de los citados: Nalbandian, Pella, Zeballos. Las derrotas en primera ronda y en segunda se multiplican hasta llegar a ser un karma. La imagen de Del Potro levantando el trofeo del US Open en 2009 se desvanece entre cada nueva temporada con resultados magros. La transición llegó a la Legión y golpea. Fuerte, fuerte, fuerte.

Por: Emmanuel Rivero (@emmarivero)