El suizo dejó caer su raqueta en la final de Brisbane, molesto por no encontrarle la vuelta al partido frente a Milos Raonic, que finalmente terminó perdiendo.
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Roger Federer es sinónimo de grandeza, de respeto, de caballerosidad. Es sinónimo de tenis y es uno de los mejores ejemplos de correcto desempeño para los más chicos. Por eso, cuando se sale de la línea que lo caracteriza, da mucho que hablar.
La carrera juvenil de Federer estuvo marcada por el descontrol emocional, más allá de su talento. Los padres de Roger han confesado en más de una ocasión lo difícil que fue controlar a su hijo, quien se había vuelto un impulsivo rompedor de raquetas. Él mismo confesó, después de perder con el argentino Franco Squilari en Hamburgo 2001: “Ya es suficiente, no puedo seguir chillando como un idiota, tirando mi raqueta, quejándome luego de cada peloteo».
De ahí en más, la historia es conocida. El suizo se terminó de transformar en un señor, tanto dentro como fuera de la cancha, y se convirtió en uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.
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Sin embargo, en la semifinal del Masters 1000 de Miami 2009 ante Novak Djokovic, Federer (iba 2-0 abajo en el tercer set) perdió el control luego de fallar una derecha cruzada y estrelló su raqueta en el piso, provocando el murmullo del público y el asombro del mundo del tenis. Era una imagen prácticamente desconocida, impensado luego de tantos años sin ningún desliz.
Ayer, en la final de Brisbane, el marcador se encontraba favorable para Milos Raonic. Federer falló un revés cruzado cómodo y, visiblemente frustrado, dejó caer su raqueta, esta ocasión sin golpearla. Otra vez se produjo un murmullo, con aliento incluido para el suizo, pero el final también fue derrota.
Para que no todo sea negativo, vale aclarar que en 2009, luego de caer con Djokovic en Miami, Federer ganó Roland Garros, por primera y única vez en su carrera, y también se coronó en Wimbledon, recuperando el primer lugar del ranking. ¿Será este un anticipo de lo que pasará en el futuro inmediato?
Por Ignacio Sánchez (@NachoSanchez100)