Vilas y Borg. Foto: Clarín Web
El Buenos Aires Lawn Tennis Club en 1973 vio a un Guillermo Vilas de 21 años, conseguir nada más y nada menos que su primer título ATP. En ese entonces, el tradicional torneo argentino se llamaba Abierto de la República.
“Fue una gran alegría ese título, yo sabía que en algún momento iba a ganar algo, pero nunca me imaginé que iba a ser en Buenos Aires”, comenzó contando «Willy» en una entrevista con Todo Sobre Tenis en el año 2013.
En la final del torneo, que por ese entonces se disputaba en el mes de noviembre, se enfrentó por primera vez con su amigo Björn Borg, que llegaba como 17 del mundo: “Fue un partido muy peleado desde el primer momento, en el tie-break del cuarto set lo que pasó es que hice un smash, el va corriendo para devolverlo, y chocó contra un juez de linea que tenia una protección de madera. Cayó sobre una claraboya que tenia metales, y los dedos le quedaron enganchados. Ademas tenia sangre en la espalda, así que tomó la decisión de abandonar ya que no sabía cómo estaba realmente”.
“Fue hermoso y más que sea ante Borg, que después fue uno de los jugadores con el que más me enfrente”, contó el ganador de 4 títulos de Grand Slams sobre las sensaciones de conseguir su primer título a nivel ATP frente a su público.
Con el correr de los años Vilas y Borg lograron forjar una amistad entrañable dentro y fuera de la cancha. Tal es así, que en la semana durante el Torneo de la República del 73, Guillermo lo invitó a vivir a su casa: “Iban al club junto a otro sueco llamado Kjell Johansson en el auto MG 47 de Vilas, y a Johansson le tocaba ir arriba de la rueda de auxilio”, narró Eduardo Puppo, periodista especializado en tenis, biógrafo y amigo de Vilas.
Como jugadores se enfrentaron en 22 ocasiones, llevándose el sueco 17 de las victorias: “La diferencia de victorias se dio estrictamente por un tema físico, la velocidad de Borg siempre fue superior. Según lo que me dijo Vilas, en la cuarta/quinta/sexta pelota, empezaba a llegar un poco tarde, en la pelota diez estaba desfasado, y en la quince o veinte ya estaba fuera del punto, entonces Borg se terminaba quedando el punto”, explicó Puppo.
Foto de portada: Eduardo Puppo
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