Foto: Indian Wells
La japonesa Naomi Osaka hizo su vuelta al circuito luego de su participación en el Abierto de Australia, en vísperas de obtener resultados alentadores se presentó en suelo californiano. Todo parecía indicar que dichos propósitos iban encaminados luego de eliminar en primera ronda a la americana Sloane Stephens en tres sets.
En segunda ronda se presentó frente a la rusa, preclasificada número 21, Veronika Kudermétova, en un partido con un bajo nivel, lo más bajo en sí no fue eso, sino que en el inicio del mismo un aficionado aparentemente le habría gritado: “Naomi apestas”. A lo que la japonesa en un cambio de lado le pidió al juez de silla utilizar el micrófono para dirigirse al público, a lo que él mismo rechazó dicha petición.
Una vez concluido el encuentro, la 4 veces ganadora de Grand Slam se dirigió a los espectadores con un mensaje que incluía un triste recordatorio del cuál hacía un símil a su caso. “Me han interrumpido antes y generalmente me molesta. Pero al ser interrumpida aquí, es como si hubiera visto un vídeo de Venus y Serena siendo interrumpidas aquí. Y si nunca lo has visto, deberías verlo. Y no sé por qué, pero se me paso mucho por la cabeza y se reprodujo mucho”; mencionó conteniendo las lágrimas.
El episodio que Osaka hace mención sucedió hace 21 años cuando en la semifinal debían enfrentarse las hermanas Williams y media hora antes del encuentro, la mayor de las hermanas acusó una lesión en la rodilla y no se presentó, a lo cual alimentaron un entredicho de que el padre habría decidido qué hermana debía ganar. En el encuentro de la final, Serena venció a Kim Clijsters en medio de un abucheo y gritos racistas con su padre y hermana presentes en el palco. Luego de dicho incidente, las hermanas prometieron no volver a jugar dicho torneo, algo que se cortó en 2015 cuando perdonaron el hecho y regresaron al mismo.
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