Djokovic acaba el debate

Foto: Sky Sports

Novak Djokovic consiguió la última pieza del rompecabezas. Esa que le faltaba para que sus más esforzados detractores se quedaran sin argumentos con los cuales objetar su grandeza. En una final apasionante, ‘Nole’ derrotó en dos tiebreaks a Carlos Alcaraz, el jugador del momento, campeón en Roland Garros y en Wimbledon, para llevarse la medalla de oro de los Juegos Olímpicos en París y zanjar, de una vez por todas, el eterno debate sobre el mejor jugador de todos los tiempos.

Djokovic, pese a su estatus de leyenda, no llegaba como favorito a este encuentro decisivo. Especialistas, aficionados y hasta las casas de apuestas ubicaron al español como el rival a vencer en la previa del torneo. El cercano antecedente de la final de Wimbledon, en la cual ‘Carlitos’ derrotó con suma autoridad a ‘Nole’ en sets corridos, era la gran justificación para sustentar dicha creencia. No obstante, Novak demostró, como pocas veces necesitó hacerlo, quien era él.

Así, en la temporada más difícil de su carrera, el de Belgrado recuperó su mejor nivel en su partido más importante. Alcaraz, 16 años menor que el serbio, debió remar contracorriente ante la explosividad en la movilidad y en los tiros de Djokovic, que rememoró a sus años de gloria. Dando una marcha más en los momentos cruciales, como siempre acostumbró a hacerlo a lo largo de los años, Djokovic venció por 7-6 7-6 al murciano y capturó el último objetivo que buscaba añadir a su colección: el oro olímpico. El más grande de todos los tiempos ya no tiene atenuantes.