A diferencia de la primera edición, la Copa Fila -Challenger de Buenos Aires- se aseguró en las semifinales tener un campeón argentino en el 2016. Leonardo Mayer y Renzo Olivo protagonizaban esta tarde-noche en el Abierto la definición por el título, con el objetivo de sumarse al británico Kyle Edmund, quien derrotó con cierta facilidad el año pasado a Carlos Berlocq.
Foto: Sergio Llamera
El Yacaré comenzó el encuentro de la mejor forma. Su enorme potencia y buen servicio fueron claves para adelantarse en el marcador por 6-2. El correntino se puso 3-0 en el segundo con un quiebre y parecía encaminarse a la victoria. Pero el rosarino no bajó los brazos, recuperó el break y salvó tres “match point” para llevarse el parcial en el tiebreak por 7-3.
El 105 del mundo tomó el envión anímico del set en su favor y se aprovechó de los errores de Leo, para ponerse 2-0. El de 29 años recuperó el nivel del principio del cotejo y con dos rupturas, quedó 4-3 y saque. Nuevamente, Renzo se aventajó de las fallas de su rival y mandó la definición al desempate. Allí, la solvencia de Olivo fue más que los bombazos de Mayer y por ello, se consagró campeón al triunfar 2-6 7-6(3) y 7-6(3).
El de 24 años de edad sumó su segundo título en la temporada -ganó en septiembre el Challenger de Santos- y con los puntos que sumó por este galardón, alcanzará el puesto 87 del ranking mundial. En cuanto al dobles, la pareja conformada por Horacio Zeballos y Julio Peralta se llevó la condecoración al derrotar a la dupla de Sergio Galdós y Fernando Romboli por 7-6 y 7-6.
Por Nicolás Roncoroni.