El ATP 250 de Estoril llegó a su fin con un duelo que ya se había vivido anteriormente en la arcilla portuguesa. Pablo Carreño llegó a su segunda final consecutiva, mientras que Gilles Muller concretaba su segunda final del año, en busca de su segundo título.
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El partido inició con un break de cada lado, con los jugadores sin la posibilidad de sostener su servicio. El primero en hacerlo fue el de Luxemburgo, quien hizo el 2-1. Después, Carreño Busta se impondría de manera contundente en los próximos cinco juegos para dar un golpe certero en la final. Con un sólido 6-2, el español se colocó a un paso de campeonar.
El segundo set fue una exhibición de solidez con el servicio, tanto con el primero como con el segundo. Pablo no dio siquiera oportunidades para perder el servicio, mientras que Muller salvó el único break que tuvo en contra. El segundo parcial tuvo que llegar al tie-break para definirse.
Y el desempate fue igualado, de la misma manera en la que lo fue la segunda manga. Pablo estuvo acertado en los momentos clave, así como durante todo el certamen, y terminó marcando la diferencia. El español se llevó el segundo set por 7-6(5), y al mismo tiempo aseguró su primer título del año, en lo que fue su segunda final, tanto del certamen como de la temporada.