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Vajda: «El tenis no puede basarse en la filosofía»

El entrenador de Novak Djokovic destacó que una de las condiciones que le había establecido al serbio para regresar a trabajar juntos fue que rompiera su relación con el gurú español Pepe Imaz porque sostuvo que el tenista no puede estar influenciado por personas que no saben acerca del deporte.

FOTO: ATP

El ex tenista eslovaco Marián Vajda, ex número 34 del ranking y ganador de dos títulos ATP, fue el entrenador del serbio Novak Djokovic (N°10) durante once temporadas: 2006-2017. Pero en mayo del año pasado habían roto su relación laboral. Sin embargo, después de que el belgradense no lograse recuperar la mejor versión de su juego, a pesar de haber confeccionado un nuevo grupo de trabajo con grandes figuras como el checo Radek Stepanek (ex N° 8) y el estadounidense Andre Agassi (campeón de 8 majors), volvieron a juntar sus caminos en abril de 2018. Los resultados no tardaron en llegar. El ex número uno del mundo regresó a una final, en el ATP 500 de Queen’s, Inglaterra, después de casi un año y levantó su 13° Grand Slams en Wimbledon, Inglaterra, al vencer en el partido culmine al sudafricano Kevin Anderson (N° 5).

En una entrevista con el diario eslovaco Šport.SK, Vajda explicó que una de las condiciones que le había establecido a Djokovic para regresar a ser su entrenador fue que se desvinculara del gurú español Pepe Imaz, con quien trabaja, a partir de la doctrina «Amor y Paz», desde 2012, porque consideró que la filosofía no puede incidir sobre el rendimiento de un tenista y que el jugador debe mejorar en base al entrenamiento: «El tenis no puede basarse en la filosofía. Esto un deporte que se basa en un hombre contra otro hombre. No quería que Novak estuviera influido por personas que no saben lo que es el tenis. Exigimos que los agentes externos dejaran de ser intrusos. Cuando ves al oponente del otro lado, debes concentrarte en sacarlo de una buena posición, de saber dónde jugarle… no pensar en Buda. No queríamos que jugara al tenis como si fuera filosofía, sino como una práctica. Él es, sobre todo, un jugador de tenis y debe saber cuál es su prioridad».

Bajo ese contexto, el eslovaco reconoció que incentivó a su pupilo para que finalice su relación con Imaz: «Sí, presioné para que fuera su final, aunque no fue mi condición número uno. Esa tenía más que ver con los aspectos personales de Novak».

Vajda expresó que las demás cláusulas que le impuso al serbio para restablecer su vínculo fueron acerca de cómo iban a trabajar: «Otro requisito fue establecer reglas y planes específicos para los próximos meses. En el torneo después a Barcelona, ya teníamos un equipo completo a nuestra disposición. Nos sentamos y hablamos».

El ATP 500 de Barcelona, España, fue el escenario que marcó el retorno de la dupla Djokovic-Vajda. Pero el regreso no fue completo debido a que el ex número uno cayó en la primera ronda ante Martin Kližan (N°116). No obstante, después de esa actuación insulsa, el trabajo comenzó a dar sus frutos. Semifinales en el Masters 1000 de Roma, Italia; cuartos de final en Roland Garros, Francia; final en Queen’s, Inglaterra, y la coronación en Wimbledon. «Me alegra que hayamos aclarado las prioridades y que las hayamos reducido. Todos tiramos fuerte de este extremo y trabajamos duro. Gracias a esto, Novak empezó a mejorar y después de 13 semanas de cooperación, llegó un éxito fantástico: Wimbledon. La clave fue que se había centrado en mejorar su juego desde el primer momento en que pisó la hierba», manifestó Vajda.

«¡Papi!, ¡papi!» gritaba Stefan, hijo mayor del serbio, desde el box del jugador, cuando este tenía en sus manos, por cuarta vez, el trofeo del certamen londinense. En lo que respecto a la figura del menor, Vajda señaló que el serbio alivió la presión que sintió durante las dos semanas que duró el torneo gracias a la presencia de su primogénito: «Stefan siempre se comporta muy bien. Novak lo llevó regularmente a los entrenamientos durante la segunda semana de Wimbledon. Incluso jugó con él. Fue muy divertido y lo alivió por la presión que sintió antes de que el torneo alcanzara su punto máximo. Stefan admira a su padre, le ve como un gran campeón y está empezando a comprender más la relación. Tanto Novak como Jelena están orgullosos de sus hijos y los educan con el espíritu correcto».

Una característica que los allegados al tenis criticaron de Djokovic desde que volvió a la actividad profesional, es la delgadez y la perdida de masa muscular que exhibía su cuerpo. El eslovaco remarcó que la ingesta de proteínas y su fisionomía atlética ayudaron a que el tenista recupere, poco a poco, la figura de sus mejores años: «Nos hemos encargado de que comiera mucha proteína. Gebhard Gritsch (asesor deportivo recibido en la Universidad de Viena, Austria) trabajó intensamente en esta condición y la masa muscular regresó rápidamente. Novak es un excelente prototipo de atleta. Él tiene una figura atlética ideal para el tenis, con excelentes fibras musculares, pero era necesario fortalecer los músculos. Aunque su dieta es principalmente vegetariana, también necesitaba proteínas animales. Sin ellos, simplemente no es posible. Por lo tanto, también tuvo que ajustar la dieta. Recibió la nutrición adecuada y ahora está mucho más compacto. Sus músculos son perfectos y físicamente se sienten bien. Ahora mismo tiene los hábitos correctos y hace todo lo que necesita para ser un campeón».

Por otra parte, Vajda declaró que la prensa criticó con mayor efervescencia la imagen de Djokovic, en comparación con la de Rafael Nadal (N°1) y Roger Federer (N°2): «No quiero exagerar, pero he notado a los medios un poco más críticos con Novak que con otros. No fueron buenos con él en los momentos difíciles. No le trataron igual que a Federer o Nadal. Después de regresar de una lesión, igual que les sucedió a ellos, la prensa no tuvo el mismo trato con él. Tuvo que responder las mismas preguntas una y otra vez, todas realmente críticas. Él siempre ha sido honesto con los medios de comunicación. Este triunfo sirve para silenciar a todos los críticos y para que aprendan a que no se puede escribir tanto. Ahora todos recordarán lo que es tratar con un gran atleta».

Para finalizar, el jefe del grupo de trabajo del belgradense recalcó que el periodo que no estuvieron juntos le sirvió para distenderse y poner las ideas en claro: «Durante el tiempo que estuve fuera, me relajé. Ahora volví con una energía nueva que caló hondo en Novak. Me encuentro muy entonado después de este intenso periodo que nos llevó desde abril hasta Wimbledon. Ahora nos tomaremos 2 o 3 semanas de descanso para volver a cargar las baterías. Todo el equipo respira un aire limpio y queremos mantener este buen estado. Nos estamos centrando en objetivos a corto plazo, no queremos tener prisa y estropearlo todo. Este título debemos disfrutarlo, ya hablaremos de lo que venga después”, sentenció Vajda.

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