TennisAid- el lado solidario del tenis: la llegada a Uganda

¡Hola a todos! Llego mi cuarto articulo en Todo Sobre Tenis. En esta ocasión les voy a contar como fue el primer día en nuestro viaje a Uganda. Espero que lo disfruten.

Foto: Martin Rocca Coco

Abel y yo hemos estado hasta las 2 AM en mi casa preparando el equipaje. Se marcha a su casa a dormir al menos 2 horas porque 4’30 lo pasaré a buscar.

Vamos rumbo al Aeropuerto de Barcelona, llegamos bien de tiempo, hacemos el check-in, esperamos en la sala de embarque. Todo en orden hasta que me doy cuenta que me falta una de las dos mochilas que podemos llevar con nosotros en el avión. Paso corriendo los controles y la recupero. Primera anécdota al minuto 1.

Salimos con dirección Londres. Escala de 3 horas en Heathrow y luego salida hacia Uganda. Nos espera un viaje de 7 horas. Estamos cansados pero las ganas de llegar nos mantienen con ojos abiertos.

Llegada al Aeropuerto de Entebbe:

Luego de bajar del avión y pasar el control sanitario (nos tomaron la temperatura y nos impregnaron las manos de alcohol), atravesamos el Control de Visados donde tenemos que pagar 40€ c/u.

Primer dato curioso en cuanto al trato recibido: En todos los muchos viajes que he hecho en mi vida, jamás un Oficial de Aduanas me había hablado con la amabilidad y el humor de este hombre.

Diálogo tras mirar nuestros pasaportes:

-España? Que es lo bueno de España?

-Abel: Barcelona!

-Pero Barcelona es realmente de España o no es España?? ( con mirada irónica)

Finalmente recogemos nuestro equipaje y salimos sin necesidad de mostrar el Certificado de Donación que habíamos tramitado con el Consulado Ugandés de Badalona para evitar que nos cobraran algún canon por introducir material al país.

En la puerta nos reciben nuestros amigos coaches con efusivos abrazos y cálida bienvenida. Nos metemos en dos vehículos y emprendemos el viaje, unos 45′ de Entebbe a Kampala.

Como primera impresión vemos que el ambiente es relajado, pasamos por pueblos humildes, mucha gente en las calles (es sábado por la noche), el tráfico es informal y notamos que no hay ni una luz en el camino. Esta gente conduce casi a oscuras. Peatones, motos y coches se cruzan por el medio pero nadie se inmuta.

Durante el viaje nuestro anfitrión, Vincent, no para de agradecernos el esfuerzo hecho para llegar hasta allí y la ayuda que vamos a brindarles.

Foto: Martin Rocca Coco

Comenzamos a darnos cuenta de la magnitud del viaje y el impacto que tendrá en esta gente. Llegamos a Bukoto, donde residiremos en casa de uno de los entrenadores (Julius Kyobe). El día antes de salir había recibido una foto de la fachada de la casa. Muy humilde. Y al llegar comprobamos que si lo es, en demasía. Como no esperábamos nada especial, entramos a la casa y comprobamos un par de detalles. Sin que mi apartamento sea especialmente grande, mi comedor tiene mayores dimensiones que esta casa. También comprobamos que en el baño no hay lavabo, por lo tanto vemos que en esta casa no podremos lavarnos ni cara ni manos. No importa, es solo un detalle más. Y no hay váter (inodoro).

Abel y yo tendremos que compartir la cama y Julius dormirá en un diminuto colchón en el suelo. Colocamos las redes mosquiteras y luego de una breve charla, nos vamos a dormir. Mañana domingo comienza nuestra tarea.

Por: Martin Rocca Coco (@10martinrocca)

Notas anteriores:

– Presentación 

– ¿Como nació el proyecto?

– Financiación del viaje a Uganda