Serena Williams, número uno del mundo, se consagró campeona de Wimbledon por séptima vez en su carrera al vencer en la gran final a la alemana, Angelique Kerber (4) por 7-5 6-3 en una hora y 23 minutos de juego. La estadounidense llegó a los 22 títulos de Grand Slam e igualó el récord de Steffi Graf como las máximas ganadoras de torneos de esta categoría en la Era Abierta.
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En el primero, más allá de que Serena en su primer juego de devolución contó con tres chances de quiebre que no pudo aprovechar, desde ahí en adelante, las dos ganaron sus servicios sin inconvenientes, mostrando un tenis ofensivo y con muy pocos errores. Hasta que Kerber sacando 5-6, falló como no lo había hecho en todo el parcial. Williams presionó y quebró para llevarse el set por 7-5.
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En el segundo, siguió la misma tendencia, las dos desarrollando un juego ofensivo en la que predominaba el saque por sobre la devolución. Pero cuando Angelique devolvió con el marcador tres iguales, tuvo su primera oportunidad de quiebre pero no pudo concretarla y el partido cambió. Serena mantuvo ese juego y en el siguiente quebró para pasar a sacar para campeonato. Ahí no dudo y en base a su potente saque, cerró el triunfo por 6-3.
A lo largo del encuentro, la norteamericana, que apenas perdió cinco puntos con su primer servicio, conectó 13 aces ante ninguno de su rival y cometió tres doble faltas dos más que Kerber. Por otra parte, la mejor jugadora del mundo, realizó 39 tiros ganadores y 21 errores no forzados, superando ampliamente a la alemana que hizo doce winners y falló solo nueve veces.
Por: Federico Hara(@fedehara).