Panchito Bahamonde, el tenista que no piensa volver al circuito

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Francisco «Panchito» Bahamonde tenía todo para ser una tenista de elite. A los 14 años sumó sus primeros puntos ATP y se convirtió en el tenista argentino más joven en ingresar al circuito. Hoy, a sus 20 años, decidió dejar de lado el camino del profesionalismo y dedicarse a llevar una vida rodeada de su familia y amigos, y en su natal Mendoza.

“Me cansé de viajar tanto y por eso por ahora no tengo ganas de volver al circuito. Estoy estudiando en Mendoza y abriéndome un poco”, resaltó en una entrevista al diario online El Sol de Mendoza.

Aunque ahora estudia una carrera y tiene otras cosas en mente, Bahamonde no se aleja del tenis y sigue jugando para rendirle rédito a todos esos años en el que tenis era lo único en su vida. No obstante, afirma que por ahora no piensa en volver el circuito profesional. “No tengo intenciones de retomar el circuito ATP. Se me hizo muy duro los últimos años de competencia. Era todo muy loco: torneos importantes, contratos, presiones y yo era sólo un chico”, dijo.

“No sé si puedo llegar a arrepentirme. Sólo pienso en que la estaba pasando muy mal y ahora estoy mucho más tranquilo y mejor. Ganaba partidos y torneos pero sufría”, admitió el mendocino, hoy estudiante de Administración de empresas.

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Ahora, Panchito se dedica a jugar torneos de otra categoría para seguir en la actividad. Actualmente está en un viaje por Estados Unidos, donde se quedará dos meses para disputar cuatro torneos de la Federación de ese país. “La idea no es desprenderme cien por cien del tenis, pero no estoy para dedicarle lo que necesita un tenista profesional. De todas maneras quiero tratar de sacarle algo de jugo a todos los años que me rompí el lomo”, reconoció.

El estilo de vida que llevan los tenistas profesionales es muy duro y difícil de llevar. El calendario de torneos provoca que los jugadores estén viajando constantemente, y si no están viajando lo más seguro es que estén entrenando. Además, ser deportista de alto rendimiento implica un cuidado, entrega y constancia física y mental superior a cualquier otra actividad.

Son muchos los chicos que sueñan con ser profesionales, pero el camino es largo y tedioso. Cuesta tanto llegar a sumar puntos y meterse en un ranking que algunos abandonan ese camino sin haber logrado la meta. Los ejemplos están. Guido Pella, campeón con el equipo de la Copa Davis en 2016, tuvo muchos reveses en su carrera que lo hicieron dudar de su continuidad profesional. Si bien entró al circuito en 2005, los primeros puntos para subir en el ranking llegaron en 2006, casi un año después.

A los 18 años, Pella sufría no poder jugar los grandes torneos, pero siguió, y así logró entrar a su primer torneo grande, el Abierto de los Estados Unidos, ya con 22 años. Hace tan solo un par de años atrás, en 2015, a Guido se le cruzó nuevamente la idea de colgar la raqueta cuando no estaba logrando los resultados esperados y la cabeza no lo acompañaba. Pero se dio a él mismo otra oportunidad y con ella llegó el salto y sus mejores años en el circuito, alcanzando a entrar en el top 40 del ranking mundial y hasta marcando su nombre en la historia del tenis tras el logro de la Davis en Zagreb.

Así como Pella nunca estuvo solo en esos momentos, Panchito Bahamonde tampoco. Su familia y sus amigos fueron siempre su apoyo, en las buenas y malas, y ahora, tras su decisión de alejarse del circuito, dijo que se siente más respaldado que nunca por ellos.